martes, 10 de mayo de 2011

Rayo infrarrojo y helio

La radiación infrarroja, radiación térmica o radiación IR es un tipo de radiación electromagnética de mayor longitud de onda que la luz visible, pero menor que la de las microondas. Consecuentemente, tiene menor frecuencia que la luz visible y mayor que las microondas. Su rango de longitudes de onda va desde unos 0,7 hasta los 100 micrómetros.
La fototerapia es la terapia por medio de la luz. La luz que se puede aplicar puede ser infrarrojos, ultravioleta, láser.
La zona del espectro de 4000 - 7000 Å es la de la luz visible. Por encima de los 7000Å están los infrarrojos y por debajo de los 4000Å los ultravioletas:
  • UVA: 3200 - 4000Å
  • UVB: 2800 - 3200Å
  • UVC: 150 - 2800Å
 Avicena, un erudito y médico árabe (el más notable de su época), ya hablaba en el siglo X de los beneficios que reportaba tomar el sol con moderación, llevar una vida al aire libre y estar expuesto a la luz. Pero éste médico no fue el primero en darse cuenta de esto, ya que previamente los médicos griegos decían que muchos de sus enfermos se beneficiaban de la exposición moderada de la luz solar. En Europa, fueron los médicos franceses quienes, a mediados del siglo XVIII, pudieron comprobar los efectos beneficiosos del sol en enfermos con infecciones de piel.
Fue a partir de entonces, cuando numerosos médicos se dedicaron a potencia estancias en los balnearios, en los que se anunciaban los beneficios maravillosos de la luz solar. Y ello era así, siempre y cuando el exceso no echara por tierra los beneficios reales que los baños de sol moderados pueden proporcionar.

Efectos fisiológicos de los que derivan aplicaciones terapéuticas

Eritema: Enrojecimiento de la piel por aumento de la vascularización. Cada persona tiene una dosis de eritema diferente (los morenos más que los rubios). Tiene diferentes grados:
- 1º grado: Aumento de la vascularización.
- 2º grado: Aumento de la vascularización e inflamación.
- 3º grado: Aumento de la vascularización, inflamación, pigmentación de la piel de 2 . 6 horas de exposición. Produciría descamación posterior.
- 4º grado: Produce flictemas, ampollas, más todo lo anterior. Puede producir también necrosis y dejar cicatrices para siempre. Es, por tanto, un efecto indeseable.
  • Pigmentación: Se produce por migración de la melanina por efecto fotoquímico. Ésta emigra de la capa basal a la capa superficial.
  • Efecto antirraquítico: la luz solar favorece la producción de vitamina D, necesaria para absorber el calcio de los alimentos y fortalecer los huesos. Puesto que la piel no es totalmente opaca, la luz llega a la sangre que circula por los capilares situados en las capas más superficiales. Y en la piel precisamente es dónde se encuentra la llamada provitamina D, la cual se convierte en vitamina D por la acción de los rayos solares. No es necesario tomar el sol en exceso, ya que una pequeña cantidad de vitamina D es suficiente. También hace que se absorba más calcio y fósforo, y hace que aumente la secreción de ácido úrico, por lo que es bueno para los gotosos.
  • Efecto bacteriostático: La vitamina D provoca puentes entre las bases del ADN y así impide la replicación bacteriana.
  • Efecto estimulante sobre la mente: la luz induce al optimismo, hace ver la vida de una forma más positiva y evita depresiones y tristezas. La luz del sol tiene, en este sentido, los mismos efectos que la luz artificial, pero no cabe duda de que siempre es más agradable la dosis de luz en un ambiente abierto, en el campo, directamente del sol, que en una habitación cerrada y procedente de una fuente de luz artificial.
 En el caso de las camillas de termo-masaje, justamente el termino "termo" deriva del uso del calor generado por los rodillos de jade; al tener en su interior una lampara de helio. Esto produce un doble beneficio, por un lado; como vimos más arriba; los derivados de la terapia del calor lumínico de los rayos infrarrojos (ampliamente usados en los consultorios kinesiologicos por medio de lámparas que aplican calor radiante sobre las partes del cuerpo a tratar; y el helio, un gas incoloro e inodoro, llamado así; gracias al sol -del cual fue la primer fuente conocida científicamente- de los que derivan todos los beneficios mencionados en el tratamiento con luz solar.

Indicaciones

La exposición a los rayos solares es muy conveniente para asegurar un adecuado metabolismo. En efecto, la luz solar ejerce un estímulo sobre el sistema nervioso simpático lo suficientemente intenso para obtener la fijación del calcio y el fósforo a nivel celular, y alcanzar así el equilibrio entre potasio y calcio o entre calcio y magnesio, entre otros.
El baño de sol es un aspecto fundamental en la nutrición del cuerpo humano.
El sol activa la vitalidad de los tejidos, al mismo tiempo que refuerzo los músculos y fortalece todo el esqueleto; actúa también sobre los órganos profundos, como el hígado y el bazo -de vital importancia- que pueden aportar mo­dificaciones en el número de hematíes y de leucocitos, y aumentar incluso el contenido de hemoglobina en la sangre. A su vez, también las glándulas endocrinas reciben la acción beneficiosa de las radiaciones solares, pues la acción de la luz estimula no sólo el funciona­miento de la hipófisis, sino que activa todo el sistema endocrino. Bajo el efecto de las radiaciones solares se produce en la piel vitamina D, antirraquítica, y un aumento de la vitamina A.
La energía luminosa es absorbida y acumulada bajo la piel, gracias a la acción de determinados pigmentos (melanina), que liberarán posteriormente a medida que surjan necesidades. Gracias a ellos, y en caso de necesidad, el organismo puede usar la energía acumulada, hasta el punto que el doctor Bircher-Benner afirmó que «nuestro funcionamiento vital está ligado a la corriente de energía solar, al igual que una lámpara luminosa lo está a la corriente eléctrica».

Los efectos beneficiosos de los rayos

Las radiaciones solares ofrecen energía y poderes curativos para todas las formas de vida, mientras que resultan letales para muchos de los agentes productores de enfermedades, a los que destruyen tras pocas horas de exposición.
Observemos sus efectos sobre la vida vegetal. Sin luz solar las plantas adquieren un color enfermizo, ya que no pueden sintetizar la clorofila, sustancia verde colorante de las plantas, análogo en su composición a la sangre, que hace posible que en aquellas ocurran los procesos bioquímicos de la vida vegetal. Pues bien, también sin luz solar, el ser humano se torno pálido y enfermizo, y acaba contrayendo anemia u otras enfermedades que afectan tanto al cuerpo como a la actividad mental.
Así pues, las personas que pasan la mayor parte de su tiempo en habitaciones cerradas y mal iluminadas, carecen de la energía y el vigor de las personas que exponen su cuerpo periódicamente a la acción vitalizante de los rayos solares. Pasar horas al aire libre y exponiéndose con las debidas precauciones a los rayos solares, no sólo calma los nervios, sino que relaja los vasos sanguíneos, estimulando la circulación y repone las energías vitales perdidas. Una vez la piel ha adquirido su pigmentación, la exposición al sol puede ser tan duradera como desee en forma razonable.
Además, el sol posee otra virtud inestimable, pues constituye el más poderoso antiséptico natural que se conoce y contribuye a la rápida cicatrización de todo clase de heridas.

Podemos resumir los siguientes efectos be­neficiosos:

1. Acción psicoeuforizante y antidepresiva por contribuir a la producción de endorfinas por la acción de los rayos luminosos captados por la retina en relación directa con el eje córtico hipotálamo-endocrino, donde los fotones activan y regulan los procesos bioquímicos de la vida con la ayuda de las glándulas endocrinas.
2. Aumento del tono muscular que mejora la potencia y el rendimiento motor, sin aumentar el volumen del músculo.
3.  La insolación regular aumenta la amplitud respiratoria.
4. La luz solar activa la elaboración de los hematies (glóbulos rojos) y de la hemoglobina que capta el oxígeno a nivel del pulmón.
5. El baño de luz regular activa el sistema responsable de la inmunidad frente a los micelios y virus alojados en la piel y las mucosas. El sol tiene una acción destructora directa, pero en especial activo todos los procesos defensivos del organismo. La falta de sol es una de las causas de las infecciones que afectan al ser humano.
6. La luz solar, y más concretamente, los rayos UVB transforman la dehidrocolesterina, pro vitamina subcutánea, en vita­mina D3.
7. El sol regula el metabolismo del calcio mediante la vitamina D 3 anteriormente ci­tada.
8. La luz solar activa o nivel de la piel la eliminación del sudor (urea, ácido úrico, sodio) y la eliminación sebácea (grasas mal metabolizadas, lactatos, piruvatos, etc.), contribuyendo a la desintoxicación del organismo .
9. Aumento en la secreción de las hormonas sexuales por porte de los ovarios y testículos, con lo que se estimula la vida sexual, aparte de la repercusión orgánica general de estas hormonas.
Debido a esta acción beneficiosa de la luz es por lo que el prof. Hollwich aconseja que, en lo posible, se prescinda de gafas de sol, con lo finalidad de no impedir que los rayos y estímulos luminosos lleguen a nuestros ojos y a nuestro cerebro.

Si bien, todo lo anterior son descubrimientos médicos sobre el uso de luz solar; los científicos que estudian los efectos sobre el organismo, del uso continuo de las camillas termomasajeadoras; han descubierto los mismos beneficios reportados por los usuarios habituales. Es así como se explican, mejoras sustanciales en procesos de osteoporosis, anemias, andropausia, menopausia, cáncer, y un sinnúmero de enfermedades; que los asistentes escuchan de los testimonios brindados por otros usuarios. Si bien, las camillas son reconocidas por la FDA, como camillas terapéuticas; este reconocimiento depende de los respectivos ministerios de salud pública de los distintos países donde los centros de demostración están abiertos.


 

 

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